Inicialmente estaba planeado realizar el viaje hacia la laguna de Cuicocha que se encuentra en la provincia de Imbabura el día sábado, sin embargo, Sofí amaneció enferma por lo que la llevamos al médico, a Diana también le tocó trabajar así que nos tocó suspender el viaje para el día siguiente.
Salimos el domingo desde Quito a las 7:00 y emprendimos el viaje con dirección hacia el norte del país. Para llegar hacia Otavalo hay dos rutas la que te lleva por Cayambe y la otra que te lleva por Tabacundo, nosotros elegimos la ruta de Tabacundo por ser más rápida, aunque te pierdes la posibilidad de entrar a Cayambe y disfrutar de los famosos biscochos directamente salidos del horno.
Llegamos a Otavalo a las 8:30 y luego avanzamos hasta Cotacachi, esta es una población experta en la elaboración de prendas de cuero, cuando vamos con tiempo siempre hacemos shopping de unas buenas botas, tienen lindos diseños y son de muy buena calidad. Desde esta población, que es conocida por la fabricación de sus artículos de cuero, se toma la ruta Cotacachi-Quiroga.
En la ruta paramos para comer algo de desayuno, pero dada la hora no paramos en el sitio y compramos algo para comer en el auto mientras avanzábamos, Sofí iba dormida en el asiento trasero, por lo que solo pudo comer antes de iniciar la caminata, se comió unos pocos bizcochos con dulce de leche y un vaso de yogurt, esto fue un error ya que se viajas con niños tienen que estar con todas las energías.
Continuamos con el recorrido Sofi seguia dormida y luego de realizar el registro a la entrada, nos informaron que la distancia para realizar el recorrido alrededor de la laguna era de 12 Km, a una altura de 3.072 msnm, a pesar de que con Sofí hemos realizado viajes largos y complicados y hemos caminado en la montaña esta era la primera vez que íbamos a realizar un recorrido largo con ella y tuvimos que pagar el precio sobre todo por no haber comido adecuadamente antes de iniciar.
La laguna de Cuicocha pertenece a la reserva Cotacachi Cayapas, en su interior se encuentran los islotes Yerovi y Theodore Wolf en el interior de la laguna no existen peces ya que al tratarse del cráter de un volcán existen gases que resultan tóxicos para los peces. En Cuicocha se pueden encontrar pequeños animales tales como conejos, colibríes, ratones y en la laguna nadando garzas y gallaretas.

A lo largo de la caminata disfrutamos mucho de la vegetación nativa, mientras caminas vas acompañado de plantas de diferente colores y formas, entre las que conociamos habían pumamkis ashpachochos, achupallas, pajonal, sigses y muchas más.


La caminata es en terreno plano en su mayoría pero si existen unas pocas pendientes, Sofí es una niña muy activa y vivaracha por lo que toma estos retos con alegría y entusiasmo, pero en esa ocasión le pesaba todo, las medias rozaban sus pies, sus zapatos hacían que se resbale, la chompa le estorbaba, el sol le quemaba, el polvo se le metía en los ojos y para culminar le picó algún bicho en el pie lo que no le permitía caminar rápido, esta situación duro aproximadamente unas tres horas hasta que decidimos parar a comer. Mágicamente luego de comer Sofí se reactivó y pudimos avanzar al doble de la velocidad de la que veníamos avanzando, de todas maneras, la caminata nos tomó mucho tiempo más del que habíamos planeado (6 horas aproximadamente versus las 4 estimadas).
Le prometimos a Sofi que si llegabamos dentro del horario del bote a llegar haríamos el paseo en la laguna, esta motivación sirvió mucho para que Sofi camine más rápido, caminando se enamoró de unos cachorros que encontramos en el camino y nos costó mucho hacerle entender que no podíamos llevarlos.
Durante la caminata tomamos muchas fotos y disfrutamos de la vista 360 grados de la laguna, en cada ángulo puedes ver formas y colores diferentes del agua, también el entorno cambia y te presenta paisajes hermosos, aprovechamos este tiempo en familia para caminar juntos y respirar aire puro.
Al final pudimos llegar al último turno de los botes para alivio nuestro y emoción de la Sofi, luego del paseo en bote tomamos la rica agua de canela caliente y regresamos a casa, por supuesto pasamos comprando los ricos bizcochos con manjar y queso de hoja en el camino de regreso.